RESTAURACIÓN
Restauración

El aspecto anterior

Se conserva la imagen del edificio original tanto en su fachada frontal como en los pabellones interiores que integran la gran cruz central y se han aportado elementos  de la nueva arquitectura que hacen valorar de forma positiva la imagen de conjunto.

Desde el principio la rehabilitación trató de potenciar los valores arquitectónicos que poseía el edificio original: se individualizaron elementos como el pabellón de acceso exterior al recinto, el muro exterior que delimita el conjunto, dos cuerpos de edificación interiores y los patios con sus muros de cerramiento.

Destaca entre ellos el nuevo vestíbulo acristalado, construido en el antiguo edificio de ronda de cárcel. Este vestíbulo acristalado constituye un muro cortina que separa la zona de acceso a la antigua prisión y las salas de exposiciones. El acceso se salva con una pasarela en forma de cajón cerrado.

Uno de los ejes más interesantes del edificio es la gran sala central de exposiciones de doble altura donde se conserva la galería original de acceso a las celdas, recuperando la funcionalidad de la escalera y pasarela de la planta superior. Las puertas de las antiguas celdas sirven como recordatorio de la función que un día tuvo el edificio. Al mismo tiempo, se decidió mantener la gran reja que separa esta sala y el vestíbulo, modificándola ligeramente para adaptarla al espacio.

Por último, se demolieron las tapias que forman los patios interiores y parte de los exteriores, reinterpretándose la zona de patios en función de los nuevos usos del edificio.

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